En HolaCamp nos enamoramos de Mequinenza cuando lo descubrimos. Porque es el escenario perfecto para escapadas que empiezan con la sencilla idea de desconectar y acaban convirtiéndose en anécdotas que cuentas una y otra vez.
Si buscas un fin de semana diferente, con naturaleza, historia, buena comida, al lado del río y donde parece que la vida va sin prisas, HolaCamp Mequinenza es tu sitio. Y como queremos que te enamores de Mequinenza tanto como nosotros, te dejamos la guía definitiva sobre qué hacer en Mequinenza en un fin de semana. Y quién sabe, quizá de esta escapada nazca alguna de tus próximas #CampStories.
Visita Mequinenza
Pueblo Viejo de Mequinenza
Empieza tu escapada paseando por el Pueblo Viejo, una antigua población reconstruida para invitarte a descubrir rincones, casas y plazas donde aún flotan historias del pasado.
Pasea por sus calles y descubre los puntos más emblemáticos: la antigua iglesia, la casa natal del escritor Jesús Moncada y las distintas plazas de la villa. Aquí el tiempo se ralentiza para que puedas disfrutar de una escapada tranquila y reconectar con lo esencial.
Y lo mejor: el Castillo de Mequinenza será el decorado de toda tu visita, asegurándose de que te sientas dentro de una postal.
Museos de Mequinenza
Los tres museos de Mequinenza ponen a tu disposición tres maneras de viajar sin salir del pueblo.
Si nunca has bajado a una mina… ha llegado el momento. En el Museo de la Mina de Mequinenza podrás descubrir más de 1.000 metros de galerías de una mina de carbón. Con cascos, historias de mineros y anécdotas que te hacen imaginar cómo era trabajar bajo tierra.
Los fines de semana hay visitas guiadas que te recomendamos reservar con antelación a través su web oficial.
Visitando el Museo de Historia entenderás una de las historias más llamativas del pueblo: la desaparición de la antigua Mequinenza bajo las aguas del río Ebro. Todo esto a través de fotografías, objetos cotidianos, testimonios y mucho más.
Para rematar la parte más cultural de tu escapada podrás visitar el Museo del Pasado Prehistórico, ideal para imaginar cómo vivían nuestros antepasados cuando Mequinenza era solamente naturaleza salvaje. Tanto si eres un amante de la arqueología como si solo tienes curiosidad y ganas de aprender, ¡esta es una parada que no te puedes saltar!
Castillo de Mequinenza
Aunque las visitas guiadas solamente se realizan los martes, puedes acercarte al imponente Castillo, que no solo viene cargado de historia, sino que ofrece unas vistas de la confluencia de los ríos que te dejarán sin aliento.
Y si te hemos convencido para alargar tu escapada y hacer la visita guiada tienes que saber que es gratuita y se puede hacer todos los martes laborables de 10:30 a 12:30 horas. Los grupos van acompañados de guías y personal del Ayuntamiento de Mequinenza. Eso sí, te recomendamos reservar con, al menos, una semana de antelación porque suele llenarse.
Planes junto al río
Pesca del siluro
Si hay algo famoso en Mequinenza, más que el río y el castillo si cabe, es el siluro. Un pez que habitualmente supera los 2m de longitud y los 100 kg de peso y es capaz de dejar con la boca abierta hasta a los que no les gusta la pesca.
Te recomendamos ir con guía y llevar ropa cómoda que no te importe mojar, así estarás preparado para vivir #CampStories que dejarán boquiabierto a todo el que las escuche.
Observación de aves en el Aiguabarreig de los ríos Ebro, Segre y Cinca
Uno de los lugares más especiales cerca de Mequinenza es el Aiguabarreig, donde confluyen los ríos Ebro, Segre y Cinca. Esta mezcla de aguas y paisajes ha creado un entorno ideal para muchas aves que lo han adoptado como su hogar.
Aquí podrás encontrar garzas imperiales, águilas, cormoranes, cigüeñuelas y muchas más aves que te sorprenderán.
Nuestras recomendaciones:
- Lleva prismáticos, a los más pequeños les encantará ver las aves de cerca.
- Las mejores horas son a primera hora de la mañana o última de la tarde.
- Ve con calzado cómodo.
- Ten paciencia: este espectáculo natural no tiene hora de inicio, pero tampoco de final.
Es un plan perfecto si buscas calma, naturaleza y un rato de desconexión (y reconexión).
Otros lugares que no deberías perderte
- Mirador del Ebro: te maravillará con vistas que no querrás olvidar.
- Embarcadero del Ebro: ideal para pasear y pasar una tarde tranquila cerca del agua.
- Refugio de pescadores: un rincón espectacular al lado del río, perfecto para un picnic.
- Embalse de Mequinenza: déjate sorprender por su extensión, también es conocido como “Mar de Aragón”, no hace falta decir más.
Día extra: excursión a Zaragoza
Si tienes un día de más o quieres completar tu fin de semana con un toque más urbano, Zaragoza está a 1 h 30 min en coche y merece muchísimo la pena.
Qué ver en una visita rápida a Zaragoza
- Basílica del Pilar: icónica, fotogénica, imprescindible.
- La Seo: una mezcla de estilos arquitectónicos que sorprende a cualquiera.
- El Tubo: tapas, ambiente y ese “vamos picando algo” que se convierte en un pequeño festín.
Perfecto para darle al viaje un poco de esa vitalidad característica de las ciudades antes de volver a la tranquilidad de HolaCamp Mequinenza.
Alójate en HolaCamp Mequinenza
Después de explorar, comer, pasear, hacer fotos y vivir aventuras… llega el mejor momento: volver al lugar donde todo es fácil.
En HolaCamp Mequinenza te espera una piscina donde el tiempo se estira, un restaurante con sabor a hogar para que recuperes energía, un parque infantil que despierta sonrisas y una zona de barbacoa donde las tardes se alargan sin prisa.
Además, tenemos tantos tipos de alojamiento como de viajeros: elige entre alojamientos glamping, habitaciones o parcelas, según tu manera de viajar. Elijas lo que elijas, lo que nunca cambia es que pasarás tus vacaciones rodeado de naturaleza, pero sin renunciar al confort, manteniendo la esencia del camping de siempre (naturaleza y comunidad) pero viviéndola como nunca (confort, experiencias y sostenibilidad).
Mequinenza tiene historia, cultura, naturaleza, agua y te invita a disfrutar sin preocupaciones. Es ideal para escaparte con los tuyos, reírte un rato, descubrir lugares distintos y volver a casa con incontables #CampStories para recordar.
¿Te animas?
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